Will Hayes (Ryan Reynolds) es un papá de treinta y pico años en pleno divorcio. Su hija (Abigail Breslin) de diez años le pregunta por su vida antes de casarse, quiere enterarse de cómo se conocieron sus padres, de cómo se enamoraron. Para contestar a Maya, Will rememora el pasado de un joven idealista que aprende los tejemanejes de la política en una gran ciudad, y le cuenta que conoció a tres mujeres. Desesperado, intenta construir una versión “tolerada” para su hija y cambia los nombres de las protagonistas. Maya tendrá que adivinar con cuál de las tres acabó casándose. ¿Quién es su madre? ¿Emily (Elizabeth Banks), la novia de universidad de Will? ¿O quizá sea su amiga de siempre, su confidente, la apolítica April (Isla Fisher)? Aunque también podría ser una ambiciosa e inconformista periodista llamada Summer (Rachel Weisz). Maya empieza a unir las piezas del rompecabezas romántico de su padre y entiende que el amor no es fácil ni simple.

Daniel y el señor Miyagi viajan a Okinawa, a la pequeña aldea en la que el anciano nació y de la que tuvo que marcharse por un asunto de honor. Su padre está gravemente enfermo y quiere verlo, pero también le espera su antiguo amor de juventud. La llegada del señor MIyagi reabre unas heridas que el tiempo y la distancia parecían haber borrado.

La relación entre un periodista famoso y una sencilla profesora empieza a hacer aguas cuando un trabajo se interpone en su nueva vida juntos.