Laerte Coutinho es una de las viñetistas más brillantes de Brasil. Tras pasar casi 60 años identificándose como hombre, decide mostrarse ante el mundo como mujer.

El cortometraje “Yo soy una niña” pretende visibilizar la realidad de la transexualidad en la infancia y destacar la importancia de la figura de los abuelos. Un diálogo de complicidades, incomprensiones y conflictos que superar; un amor incondicional, respetando, apoyando y asumiendo desde el primer momento el proceso de identificación sexual de una niña de 10 años.

Cuando Sarah, accidentalmente, le propone a su novia que se casen en Provincetown, ésta se encuentra en desacuerdo con las expectativas de su pareja sobre su futuro. La confusión envía a ambas mujeres a diferentes viajes de exploración conyugal. Sarah, una documentalista, comienza a entrevistar a parejas del mismo sexo en un intento de superar su miedo al divorcio. Kristen, que está lista para casarse, ve una versión futura de su vida con Sarah, donde la carrera y la pasión amenazan con separar a ambas mujeres